El capítulo 4 tiene aspectos a simplificar. Debe segmentarse según el propósito de la instalación (autoconsumo vs comercialización). Autoconsumo: El uso del 2o medidor funciona hoy bien como trámite. Debería ponerse un máximo de x kW. Es inoperante que por poner un solo equipo haya que tener un servicio aparte. Debe definirse técnicamente un umbral de potencia que requiera el medidor aparte. Por otra parte, pone como responsabilidad de CFE (distribuidor) verificar que el equipo de recarga cumpla con los requisitos técnicos. Esto va a implicar un costo de interconexión alto y creará un cuello de botella porque CFE va a querer trasladar al usuario final esta verificación. Debe buscarse otra manera. El fabricante o importador mayorista de equipos debe homologar los equipos, mismos que deben ya estar certificados para los clientes finales, como sucede con demás equipos eléctricos. Hoy instalar un equipo Nivel 2 cuesta entre 20,000 y 40,000 pesos, y a esto le sumarían un contrato aparte y la auditoría. Iría en contra del mercado, especialmente usuarios particulares, residenciales e instalaciones de tamaño limitado.